NUDOS: CLASIFICACIÓN

                                                                                                                                                     

INTRODUCCIÓN

 

El aprendizaje y la utilización de nudos en el mundo de la escalada ha navegado casi siempre entre un empirismo exacerbado y una teorización dogmática de sus supuestas cualidades. No resulta difícil encontrar a alpinistas que llevan media vida trepando sin conocer más de un par de nudos junto a neófitos monitores conocedores de una treintena de rarezas relacionadas con el mundo de la cabuyería. Es este caso vamos a intentar resumir y mostrar qué resulta realmente útil, en qué margen de seguridad nos movemos, identificar los falsos mitos y mostrar diversas opiniones.

Partes del nudo

Si nos coge por banda un especialista en cabuyería, ya sea marinera o montañero estamos perdidos. Una forma de no volverse loco es tener clara que para los escaladores de a pie un chicote es un cabo o punta de la cuerda. Si alguien te dice que te puedes atar con un ocho por chicote se refiere a la forma de realizar el nudo, es decir resiguiendo con el cabo toda la figura del ocho (encordamiento corriente). Si te hablan de un ocho por seno para autoasegurarte en una reunión no te asustes, también es un ocho corriente ejecutado a partir de un bucle o pliegue de la cuerda.

 

NUDOS PARA ENCORDARSE

Ocho por chicote

El único nudo recomendado universalmente por todos los manuales. Sencillo de ejecutar y memorizar. Muy sólido, ofrece la ventaja adicional de que el cabo prácticamente no desliza, incluso a valores cercanos a la rotura. También se muestra muy útil para fijar cuerdas rápidamente a una reunión, como nudo a rehacer con facilidad tras desencordarnos en un descuelque sin mosquetón cuya argolla sea pequeña… En fin, uno de los nudos menos espectaculares pero de los más útiles

 

 

 

Nudo Wagner

Un ocho cuyo cabo introducimos al final en el interior del nudo. El nudo es muy seguro y se deshace mejor tras una caída que el ocho normal. Muy interesante para deportiva o paredes difíciles. Evita además nerviosismos al ver como el típico nudo de retención que se suele hacer sobre el ocho está medio deshecho momentos antes de caernos.

 

Nueve

Más resistente que el ocho, un 15% más pero demasiado voluminoso, sobre todo si usamos cuerdas dobles o gemelas. Mejor para anclar cuerdas fijas.

 

Gaza por chicote

Muy sencillo, consume un 40% de cuerda menos que el ocho normal, lo que puede resultar útil en ciertas situaciones. Bastante seguro pero se aprieta como un demonio por encima de 200kg. En España últimamente la gaza que más suena es la empleada para unir las cuerdas en un rápel. El nudo que destacamos posee una polivalencia sorprendente; encordamiento de fortuna si tenemos muy poca cuerda, fijación de un clavo o cinta o cordino a una chapa o clavo alejados durante un abandono en rápel, una cierta capacidad de trabajar anularmente.

 

 

As de guías o bulín

Aún bastante utilizado en deportiva por su facilidad para desanudarse tras cargarlo, debe desestimarse para el encordamiento por su tendencia a deshacerse con el vaivén de la cuerda mientras trepamos y su pésimo comportamiento en trabajo anular. Las variantes con dobles vueltas o retenciones son más seguras, pero inferiores al Wagner. Debidamente reasegurado tiene utilidad para fijar cuerdas sobre cuerpos de diámetros muy anchos (árboles) que luego deseen desanudarse sin las dificultades típicas que ofrece el ocho.

 

 

 Mariposa

Se utiliza para hacer gazas que no se deslizan en el medio de una cuerda. Muy útil por ejemplo para cordadas de alpinistas.

 

 

Ballestrinque

Es un nudo de amarre muy útil, gracias a su facilidad de realización y de ajuste. Suele emplearse para autoasegurarnos a la reunión con la propia cuerda con la que escalamos, puede hacerse incluso con una mano sobre el mosquetón y se regula con facilidad. No debe soportar directamente grandes impactos ya que estrangula mucho la cuerda. Es otro de los nudos que solo garantiza seguridad siempre que la cuerda esté con una tensión constante, sino podría aflojarse. Apretar el nudo antes de cargarlo.

 

 

 

 

NUDOS PARA HACER ANILLOS DE CORDINO

Doble pescador

Rápido de hacer y muy resistente. Incómodo para deshacer cuando ha sido cargado. Es el nudo estándar para confeccionar los anillos de los cordinos autobloqueantes o los que abandonamos como instalación de rápel, para aprovechar un puente de roca, un árbol… Muy empleado para unir cuerdas a la hora de rapelar, aunque está siendo parcialmente desplazado por la gaza. Debe evitarse su utilización para confeccionar anillos de cinta.

 

 

Triple pescador

Una vuelta extra al clásico doble pescador permite anudar satisfactoriamente  cordinos muy rígidos o con materiales deslizantes. En casos extremos, puede sustituirse ventajosamente por dos dobles pescadores.

 

 

Doble gaza

Dos gazas consecutivas y que se tocan entre sí. Útil en situaciones precarias en las que sólo disponemos de una mano y debe primar la velocidad. Resistirá un 20% menos que el doble pescador, pero con un cordino de 7mm alcanzaremos unos respetables 1200kg.

 

NUDOS AUTOBLOQUEANTES Y OTROS

Machard, Prusik, Bachman, Lorenzi, suizo, Gutierrez, valdostano, corazón, trenza y Proaska son los más utilizados para con un simple cordino y ocasionalmente uno o dos mosquetones poder subir por una cuerda fija, montar polipastos, autorrescate… Pero realmente solo los dos primeros nudos son los utilizados de forma generalizada.

Prusik

Con un mínimo de dos vueltas y preferentemente tres, bloquea bidireccionalmente. Pese a que su velocidad de respuesta parece superior a la del resto de nudos, va perdiendo mucha popularidad frente a la fácil utilización del Machard. Sin embargo es el único aconsejable cuando la cuerda está anclada en diagonal y horizontalmente. Existe una variante que disminuye su rebeldía a aflojarse tras tensión que consiste en insertar un mosquetón, una alternativa que funciona bien en terreno real pero cuya idoneidad aún no ha sido confirmada.

  

Bachmann

Un mínimo de cuatro vueltas rodeando el eje principal de un mosquetón, convierten este nudo en uno de los más cómodos para ascender una cuerda fija. Desaconsejable para autoaseguramiento en rápel (posible desbloqueo involuntario al intentar agarrarse el escalador al mosquetón en caso de pérdida de equilibrio imprevista).

 

Machard

Tenemos fundamentalmente dos variantes: con el mosquetón pasado por un seno o por los dos. En ambos casos conviene un mínimo de vinco vueltas para garantizar un agarre adecuado. Su principal ventaja es que se  afloja/desliza con facilidad cuando necesitamos moverlo por la cuerda. El Machard clásico de un solo seno puede elaborarse incluso con una cinta, toda una ventaja.

 

 

 

NUDOS PARA UNIR CUERDAS

Ocho inverso

Es un nudo ideal para unir dos cuerdas para rapelar, aunque se puede utilizar para cualquier cosa pues es un nudo muy seguro.

 

Pescador

Probablemente el nudo más simple para unir dos puntas de cuerda. Consta de dos nudos simples. Se utiliza también para poner como seguridad después del 8 para rapelar. Este nudo se utiliza cuando es necesario atar dos cuerdas que estén mojadas o bien cuando es necesario que ambas cuerdas se deslicen una sobre otra. Si las cuerdas se meten bajo el agua es recomendable hacer dobles vueltas en cada extremo para asegurar mejor el nudo.

 

Pescador doble

Es el nudo más empleado para  unir cuerdas y cordinos gracias a su resistencia algo mayor que la del ocho doble. Además se puede emplear para unir cuerdas de diferente diámetro. Su inconveniente reside en la dificultad de deshacerlo tras someterlo a una fuerte carga. Mejor que el pescador, consiste en dos nudos dobles. Buen nudo, pero puede ser difícil de abrir.

  

 

 

Nudo de cinta plana (americana)

La cinta, por su forma, es más cómoda que la cuerda. Reparte las fuerzas de tensión y presión sobre una superficie ancha, atenuando así los riesgos de lesiones en el escalador y aumentando considerablemente la resistencia a la tracción.

Los nudos planos se suelen usar para unir dos puntas de cinta. En ocasiones, se pueden soltar, de manera que es importante averiguar constantemente, si las puntas se hacen más cortas. Se aprieta con el peso del cuerpo antes de usarlo. Sus inconvenientes son:

Los nudos convencionales pueden deshacerse, por lo que utilizaremos los nudos planos (a pesar de ello, por su tendencia a aflojarse, deberemos revisarlos antes de cada uso).

Ofrece la totalidad de su superficie a la acción deteriorante de los rayos U.V. Como consecuencia del rozamiento, los laterales de las cintas se deterioran con facilidad, por lo que debemos cambiarlas con mayor frecuencia.

 

 

 

VOLVER PÁGINA PRINCIPAL